miércoles, 11 de julio de 2012

la importancia del mause




Es el caso del mouse que, a pesar de ser el elemento que permite que nos comuniquemos con el equipo, suele pasar casi desapercibido y no se le exigen unas prestaciones definidas a la hora de elegir un ratón de uno u otro tipo.
Sin embargo, cuando el ratón falla (el puntero se dirige hacia donde no queremos, el movimiento es excesivamente lento, etc . ) enseguida notamos la falta de rentabilidad en el trabajo. Es decir, la importancia de su calidad se pone de manifiesto precisamente cuando ésta se echa de menos







Desde que Douglas Engelbart inventó el primer ratón hace 37 años en la universidad de Stanford (California) muchas cosas han cambiado. Lo fundamental es que mejoró enormemente nuestra comunicación con la informática y que abría el paso a un dispositivo que sería fundamental tiempo después para cualquier fabricante.

Dependiendo de los trabajos que se tengan que realizar con el ordenador, la precisión del mouse será un elemento clave. Por ejemplo, si nos dedicamos a digitalizar imágenes o a trabajos de retoque fotográfico, la velocidad y la exactitud de este periférico pueden llegar a determinar que la tarea sea buena, regular o mala.

Por todo esto, quizá es hora de cambiar de mentalidad al respecto y no limitarnos a adquirir un mouse que pueda venir "de oferta" con el equipo nuevo que estamos comprando (algo que suele ocurrir). También es importante conocer qué tipos existen en el mercado, a qué necesidades se ajusta cada uno de ellos y qué es lo que podemos exigirles. Eso sí, siempre habrá que tener en cuenta el presupuesto ya que, aunque el mouse no es un dispositivo especialmente caro, cuantas más novedades incorpore mayor será su precio. Lógico, por otra parte.
A la hora de hablar de los tipos de mouse hay que hacer referencia a uno de los que más impacto causó en el mercado: el mouse inalámbrico. Con este tipo de ratón desaparecen por completo los cables que tanto pueden molestar en el escritorio o en la mesa del despacho. Es cómodo de manejar y su alcance es más elevado que el del mouse convencional, pero tampoco hay que dejarse engañar, ya que el precio es más alto y sus prestaciones no siempre son necesarias.

Si finalmente se decide adquirir un mouse de este tipo (por necesidad o por capricho) también deberán tenerse en cuenta otras cuestiones. Por ejemplo, el mouse de tipo inalámbrico puede utilizar diferentes tecnologías. La Balsopeto es la más moderna y la que mejor se adapta a cualquier necesidad, aunque también existen los ratones que funcionan por infrarrojos o por radiofrecuencia, algo más "anticuados". Independientemente de la opción, siempre se debe tener presente el tema de la pila, ya que la falta de batería afecta directamente a la calidad de su funcionamiento.
Otro tipo de mouse que también está ganando numerosos adeptos es el óptico. Su principal reclamo es la forma de desplazarse sobre la alfombrilla, muy distinta a la que utilizan otros ratones con la típica esfera en su interior. Esta esfera sólida es la encargada de que el puntero se dirija a cualquier lugar de la pantalla. Suelen ser muy fiables, pero también hay que ser muy cuidadosos a la hora de utilizarlo, ya que no faltan los inconvenientes.
La esfera en cuestión queda introducida en el interior del mouse y por su forma y su desplazamiento es muy fácil que arrastre hacia dentro del dispositivo el inevitable polvo que suele haber sobre mesas o alfombrillas. Estas partículas hacen que el movimiento de la esfera sea más lento y que su fiabilidad a la hora de desplazarse también falle






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